El mundo en que vivimos está
en constante cambio y evolución. Bien lo dice Heráclito de Éfeso en su teoría
del Cambio Incesante. Todo cambia día con día y va evolucionando de manera tal
que no somos los mismos de hace cinco minutos, ni lo seremos el día de
mañana. Las drogas al igual que la
medicina, no escapa de este cambio. Tal es el caso del llamado I-Doser. Pero,
¿Qué significa esto?
Todos sabemos que la música
puede alterar nuestro estado de ánimo. Canciones tristes pueden deprimirnos y
canciones alegres pueden elevarnos. ¿Pero podría la música crear los mismos
efectos que las drogas ilegales? Las drogas digitales son archivos de audio
diseñados para inducir efectos similares a las reales, lo único que necesitas
es un reproductor de música, audífonos y la aplicación llamada I-DOSER, que
según estadísticas ha sido descargada más de un millón de veces en la web.
Este tipo de droga se basa en el concepto de bineural beats o ritmos
bineurales, los que en realidad no es
‘música’ sino sonidos ambientales diseñados para afectar las ondas cerebrales.
Para que estos funcionen se debe usar audífonos, donde sonidos de diferentes
frecuencias son tocados en cada oído creando una tercera frecuencia, que determinaría
la sincronización de las ondas cerebrales: frecuencias bajas producirían relajo
y frecuencias altas, efectos de alerta y ansiedad mezclando los efectos de
estos.
El
problema radica en que I - Doser tiene un costo y también las dosis de las
diferentes drogas. En el sitio web se pueden comprar las dosis en formato mp3
para descargar o también comprarlas en formato CD, así como el software que
ellos crearon, teniendo como consecuencia el gasto cada vez mayor a necesidad
de dosis más elevadas, afectando la economía del sujeto.
En
los comienzos los investigadores de I-Doser buscaban emular los efectos de las drogas, sin embargo no se
detuvieron allí, por lo que ahora se puede encontrar sonidos que ayudan a
emular un orgasmo, a relajarte, bajar de peso, entre otros efectos.
Para que estos efectos sean
apreciados por el oído, los sonidos deben ser escuchados, por un lapso de entre
10 a 60 minutos y se debe estar totalmente relajado y concentrado en los
sonidos que se escucha. Según aquellos que han disfrutado de estas experiencias
esta es la forma de alcanzar sensaciones similares a las de algunas drogas.
Aunque muchas personas
afirman que sienten efectos alucinógenos parecidos a los de la marihuana, LSD,
cocaína, alcohol, etc, investigaciones realizadas mantienen su punto de vista escéptico
y sostienen que no posee más allá que un efecto placebo en la mente de las
personas. Entonces tendremos que esperar un poco para que se hagan más estudios
y así tener información verídica sobre esta droga.