A
todo hombre al llegar a más de los 65 años le llega una de las etapas quizá más
difíciles de la vida. Ya que pasando esta esta edad la incidencia de cáncer de
próstata es de aproximadamente de un 80% del total de la población. Tiene una
alta relación con las secreciones altas de la hormona testosterona, lo cual
aumenta también el cáncer de ovario, útero y mama.
La
próstata es un órgano pequeño aproximadamente del tamaño de una castaña, que se
encuentra entre la vejiga y el recto y cumple su papel principal a la hora de
producir el semen el cual se combina con los espermatozoides, así también como
para generar una fuerza a la hora de la micción. Al momento de nacer es
pequeña, pero conforme va creciendo el individuo se llega a duplicar su tamaño
en la pubertad y más aún en la segunda mitad de la vida.
Hablando
un poco de Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) podemos mencionar que es un
crecimiento del tamaño de la próstata, que no es maligno y que se da por una
sobreproducción de testosterona. Dicho crecimiento se da en un 70% en las
regiones periférica y posterior de dicho órgano.
Sus
causas no están al 100% aseguradas, según estudios entre los factores que
influyen están: ITS, tabaquismo, sedentarismo, alto consumo de grasas
saturadas. Un caso que llama la atención es que a los hombres que se les
extirpan los testículos a temprana edad como consecuencia de un cáncer
testicular no llegan a desarrollar HPB.
Entre
los síntomas están:
- Goteo al final de la micción
- Incapacidad para orinar a veces con dolor.
- Vaciado incompleto de la vejiga
- Incontinencia
- Nicturia
- Hacer fuerza al orinar
- Chorro de orina débil
- Presencia de sangre en el semen.
Entre los métodos diagnósticos para detectar la HPB
podemos mencionar varios, pero el más confiable y que nunca pasara de moda es
el tacto rectal. En nuestra sociedad genera demasiada controversia debido al
machismo que se maneja, por lo cual muchos hombre por el miedo o falta de
información deciden no hacer el examen de rutina y consultan hasta que se
presenta el dolor. Cabe resaltar que en un alto porcentaje la HPB es
asintomática. Entre otros métodos diagnósticos están: ecografía,
citoscopia, un Antígeno Prostático Específico (PSA), ultrasonido y una biopsia rectal (esta
puede generar complicaciones a la hora de presentarse una infección secundaria
a).
Cirugía
Esta opción ofrece la mejor opción para mejorar los síntomas pero
también conlleva el mayor riesgo de sufrir complicaciones. Hay varios tipos de
procedimientos quirúrgicos:
-
La resección transuretral
de la próstata.
-
Incisión transuretral de
la próstata.
-
Termoterapia transuretral
con microondas.
-
Ablación con aguja
transuretral de la próstata.
-
Prostatectomía
transuretral ecoguiada inducida por láser
-
Cirugía abierta
suprapúbica o infrapúbica.
Entre
el tratamiento farmacológico incluye los
medicamentos llamados bloqueadores alfa ayudan a relajar los músculos en la
base de la vejiga y aumentan la capacidad del hombre para orinar. La
parte negativa es que los bloqueadores alfa pueden provocar mareos, fatiga o
hipotensión, estudios recientes sugieren que una dosis de bloqueadores alfa y bloqueadores de testosterona pueden dar resultados positivos.